Ya sabemos que los suplementos son el último peldaño del escalón para mejorar nuestro rendimiento y tenemos claro que antes de recurrir a éstos, es necesario entrenar y alimentarse de forma inteligente. Así que en esta nueva entrada, vamos a ver qué tipos de suplementos más comúnmente se encuentran en el mercado y cuales presentan evidencia científica de mejorar el rendimiento.
Suplementos de clasificación A según el instituto australiano del deporte (AIS):
Estos suplementos pueden proporcionar una fuente útil y oportuna de energía y nutrientes del mismo modo que han demostrado evidencia de mejorar el rendimiento cuando se utilizan de acuerdo a un protocolo específico en cada situación deportiva:

Bicarbonato sódico: Útil en pruebas cortas e intensas o entrenamientos interválicos donde se trabaja por encima del umbral anaeróbico.

Sin embargo no está libre de efectos secundarios: su exceso se asocia a insomnio, ansiedad, diarrea y diuresis acentuada que puede exacerbar el estado de deshidratación.

Proteína de suero de leche: Muchos asiduos del entrenamiento con pesas consumen suplementos de proteínas pues son, seguramente, el suplemento más utilizado en los gimnasios. Las proteínas de suero de leche también llamadas proteínas whey, se obtienen tras aislar por diversos métodos las proteínas del suero de la leche. Estas proteínas son fácilmente digeribles y han demostrado mejorar la síntesis proteica al consumirlas después del entrenamiento. Seguramente dediquemos más adelante alguna entrada a este suplemento, pues la literatura científica lo avala como un suplemento seguro e incluso saludable pero la opinión de las personas que desconocen exactamente qué es y para qué sirve, suele ser de rechazo debido a múltiples prejuicios.

Asimismo, queremos destacar que la utilidad de este suplemento no se centra exclusivamente en deportistas que entrenan con cargas, ya que también puede ser útil para deportistas de resistencia como corredores o ciclistas, al adicionarse a la bebida post entrenamiento.
Otros suplementos que podemos encontrar en el mercado:
Seguramente también os sonarán suplementos como L-carnitina, hidroximetilbutirato (HMB), coenzima Q10 y un largo etc. sin embargo estos productos no han demostrado evidencia de favorecer las cualidades que se les supone o, al menos, hacen falta más estudios que demuestren verdaderamente su potencial ergogénico.
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