Vamos a tratar un tema bastante controvertido como son los suplementos, pues suelen haber muchas opiniones respecto a ellos: ¿Los suplementos son buenos? ¿son malos? ¿son saludables? ¿son necesarios?. Con esta serie de entradas iremos desgranando estas cuestiones para que podáis formar una opinión acerca de la suplementación mucho más certera.
Actualmente el uso de suplementos por parte de los deportistas es más que habitual, pero no sólo por aquellos deportistas de élite, sino también por los recreacionales. Esto ha hecho que la industria vea una gran oportunidad lucrativa y el mercado se ha inundado de cientos de tipos suplementos deportivos. Todos prometen magníficas propiedades como aumentar la musculatura, la fuerza, la resistencia así como disminuir la grasa corporal, mejorar el proceso de recuperación etc. Esto no sólo ha provocado un exceso de productos, sino también un exceso de información errónea y manipulada (infoxicación) sobre los suplementos.
Más adelante, en próximas entradas, veremos cuales son los suplementos que han demostrado mediante evidencia científica su efectividad. Pero ya podemos adelantaros que pocos, muy pocos, han demostrado ser válidas ayudas ergogénicas.
¿Qué es una ayuda ergogénica?
Las ayudas ergogénicas son aquellas que posibilitan al individuo realizar más trabajo físico del que sería posible sin ellas. Es decir, sería cualquier ayuda que posibilita la mejora del rendimiento.
Dentro de las ayudas ergogénicas encontramos las ayudas nutricionales que comprenden tanto la suplementación como seguir un plan alimentario adecuado. Teniendo en cuenta esto, es conveniente decir que la suplementación no tiene mucho sentido si no se acompaña de una alimentación y entrenamiento adecuados. Mucha gente empieza a tomar suplementos sin cuidar un ápice su entrenamiento ni su dieta y esto sería algo así como acoplarle a un coche un turbo que funciona con gasolina esperando que corra mucho, para luego añadirle un motor en rodaje y echarle gasoil. En la pirámide de la figura 1 podemos apreciar que el entrenamiento y la alimentación deben ser la principal baza a jugar en el rendimiento y en el último escalón, con una mejora del rendimiento mucho más limitada, se encuentran los suplementos.
Figura 1 |
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