Hace unos días, realizamos en el gimnasio 10 estudios antropométricos promocionales. Tras enseñar los resultados obtenidos, las preguntas más repetidas eran: “¿y eso es bueno?” “¿qué significa, que debo adelgazar?” “¿Pero entonces, estoy bien?”. Si algo queda claro con esto es que, en general, la cineantropometría es una ciencia que todavía queda lejana a la mayoría de personas. Para hacer más comprensibles los resultados obtenidos, explicaremos en qué consiste y para qué sirven los estudios antropométricos efectuados.
Los estudios realizados se corresponden con una valoración antropométrica de perfil restringido (ISAK Level 1) por lo que se basa principalmente en la toma de aquellos pliegues cutáneos, circunferencias y diámetros óseos que permiten obtener el somatotipo de cada persona.
¿Y qué es eso del somatotipo? El somatotipo cuantifica la forma y composición del cuerpo humano. De hecho, se trata de una descripción numérica de la configuración morfológica de un individuo en el momento del estudio. Esto permite clasificar el físico del individuo según 3 componentes:
-Endomorfia: Hace referencia a la adiposidad relativa, al tejido graso.
-Mesomorfia: Se asocia a la robustez músculo esquelética. Define la musculatura.
-Ectomorfia: Hace referencia a la linealidad relativa. Clasifica lo que conocemos como delgadez.
Tras el estudio, estos 3 componentes obtienen un valor, siendo más alto el valor de aquel componente que predomine en el físico de una persona. Esto quiere decir que, por ejemplo, si realizamos el estudio a una persona muy alta y delgada (tendencia a la linealidad) obtendrá un valor alto en el componente de ectomorfia, sin embargo los valores de endo y mesomorfia serán más bajos.
La endo, meso y ectomorfia pueden representarse gráficamente en una somatocarta (ver imágenes). Esto es una herramienta de gran utilidad, especialmente en personas deportistas porque marca el punto en el que nos encontramos y (mediante la comparación con somatocartas de deportistas de referencia) el punto al que deberíamos acercarnos para mejorar nuestro rendimiento. Esto sirve como punto de partida tanto para confeccionar un plan dietético como un plan de entrenamiento. Y es que, para aumentar el rendimiento de un deportista, como dice el Dr Porta: “No podemos contentarnos con saber qué pesa, es necesario saber el que le pesa y donde le pesa”
Para que lo entendáis mejor, os dejamos una somatocarta con la representación gráfica de la composición corporal ideal para una ciclista de ruta (os podéis imaginar que manda la delgadez o ectomorfia, así como la robustez muscular o mesomorfia) así como la somatocarta para un lanzador de martillo (donde suele primar la musculatura o mesomorfia, pero también la grasa o endomorfia, ya que son personas musculadas pero con cierto acúmulo de grasa)
Ciclista de ruta |
Lanzador de martillo |
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