Lejos de entrar en un debate acerca de la similitud de ambos sexos sobre patrones, derechos, políticas laborales, psicología y un largo etc. lo que pretendemos es trasladar dicha comparativa al deporte y la nutrición. Y es que, la mayoría de las investigaciones en el campo deportivo han sido realizadas sobre hombres, por lo que cabe preguntarse si ¿los consejos que solemos dar deben ser diferentes para las mujeres?
Generalmente se ha asumido que los hombres y mujeres tienen los mismos tipos de fibras musculares y por tanto metabolizan carbohidratos, grasas y proteínas de forma similar. Quizás ésta sea esta una de las razones por la que la mayoría de estudios sobre el metabolismo se hayan realizado principalmente en la población masculina. Sin embargo, en un artículo de revisión llevado a cabo por Tarnopolsky en 2008, se señala que las mujeres tienen una mayor oxidación de grasas durante ejercicios de intensidad moderada superiores a 60 minutos, en comparación con los hombres. Apuntando también, que el mecanismo subyacente a esto no es debido a efectos del entrenamiento, ya que se ven tasas de oxidación de grasas más acentuadas en mujeres comparadas con hombres entrenados de forma similar.